Ingredientes
- Dos huevos
- Un ajo sin pelar
- Aceite de oliva abundante
Elaboración
Echar un dedo o dedo y medio de aceite de oliva a la sartén y poner el fuego al máximo.
Coge el diente de ajo sin pelar y dale un golpe de forma que se rompa y échalo a la sartén. Darle el golpe al ajo es muy importante porque si no puede saltar al calentarse.
Casca los huevos y viértelos en una taza, esto evitará que se te rompan los huevos al echarlos a la sartén si no tienes mucha práctica.
Esperar un poco a que el aceite se ponga muy caliente, esto lo sabrás porque el aceite empieza a echar humo, ten especial cuidado de no quemar el aceite ya que si te despistas el aceite desprenderá un humo negro
Cuando el aceite esté muy caliente echa los huevos a la sartén y con una espumadera ve echando aceite por encima de los huevos, cuando a la yema se le ponga una telilla blanca (es cuestión de segundos) sácalos de la sartén.
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